En 2024 se jugaron en la Comunidad de Madrid 1.325,0 Mill. €. 601,0 Mill. € en juegos de ilusión o suerte (loterías de Loterías del Estado y la ONCE, además de La Quiniela y las apuestas en La Zarzuela) y 724,0 Mill. € en juegos de entretenimiento (casinos, bingos, salones, apuestas y máquinas recreativas “B” en bares). Es decir, 45,4% y 55,6%, respectivamente.
De los 601,0 Mill. € de juego real en juegos de suerte o ilusión, sólo 5,3 Mill. € se destinaron a impuestos, a través del que grava las cantidades jugadas en las apuestas mutuas deportivas de SELAE, o sea, La Quiniela en términos prácticos, representa apenas el 1% del juego real en estos juegos.
Sin embargo, de los 724,0 Mill. € en juegos de entretenimiento, 127,9 Mill. € se destinaron a impuestos y tasas especiales sobre el juego, es decir, el 17,7%.

La mayor parte de estos impuestos sobre el juego de entretenimiento gestionados por la Comunidad de Madrid recae sobre las máquinas “B” y “C”: el 64,3%. Las máquinas “B” recreativas instaladas en hostelería pagaron el 35,3% de estos impuestos especiales de ámbito autonómico.
A los impuestos especiales se suman los generales para todas las empresas: sociedades (9,5 Mill. € en 2024), IVA sobre los operadores de máquinas “B” (22,0 Mill. €), IAE (3,6 Mill. €, que gravan fundamentalmente a casinos y salas de bingo) y las cotizaciones sociales (85,1 Mill. €). Globalmente, los impuestos y cotizaciones sociales supusieron en 2023 el 34,3% del juego real, es decir, de los ingresos de las empresas. Como todas las empresas, las de juego han sufrido un incremento en los costes de las cotizaciones sociales.
Con los ingresos netos, es decir, los ingresos de las empresas deducidos los impuestos y las cotizaciones sociales, las empresas pagan sus gastos de funcionamiento: personal, equipos, financiación, mantenimiento, alquiler o compra de
locales y su acondicionamiento, etc. Por tanto, los ingresos de las empresas no se deben confundir con sus beneficios.
